La Palma de Oro de Cannes como herramienta de venta
"Para que todo permanezca es preciso que todo cambie". Esta es la cita más famosa del libro de Tomasi de Lampedusa: El Gatopardo (Il Gattopardo, 1963, que fue más tarde llevada al cine por Luchino Visconti), y es prácticamente el mismo argumento sobre la cuál versa la historia del filme ganador de la Palma de Oro en el último festival de Cannes: El viento que agita la cebada (The Wind that Shakes the Barley, 2006).
La película, dirigida por Ken Loach, es un excelente ejercicio que muestra la complejidad de la defensa de las ideas mediante la violencia y la lucha entre hermanos a la que están condenados todos los nacionalismos. Su tratamiento y realismo bien la harían merecedora de competir por los premios Oscar, pero desgraciadamente la distancia a la que está su estreno del acontecimiento, nos hace dudar si prodrá mantenerse hasta entonces es la cabeza de los seleccionadores de las candidatas.
Dejando atrás la maestría e imparcialidad con la que es llevada la historia, la campaña de promoción de la película se ha centrado en aprovechar la Palma de Oro en Cannes que ha conseguido, para confirmar el argumento de calidad de la obra. De esta forma, tanto el cartel español como el francés se esmeran en dar a conocer esta información casi por encima del propio nombre de la película y muy alejado de destacar al director del filme, que bien puede ser también un elemento de venta más en este caso.
El diseño francés es menos esmerado y deja bien clara la categoría de una película dirigida a un público exigente. El cartel español es un poco más estático y aprovecha las líneas negras para ganar en claridad, un elemento muy socorrido en los carteles de los últimos años. Lo que sí queda muy claro con el tipo de fotografías utilizadas, es que al equipo de producción nunca se le pasó por la cabeza la campaña de promoción posterior.
Esta creencia mía se basa en que en todos los carteles se han utilizado fotogramas de la acción de la película, lo que deja bien claro que en ningún momento se llevaron a cabo "posados" para ser utilizados en la realización del cartel o en la distribución de materiales a la prensa para ilustrar las fichas artísticas del filme.
Retomando el tema de La Palma de Oro, no sabríamos decir si el festival de Cannes carece de importancia en Reino Unido (el lugar de nacimiento del director del filme), ya que en el cartel inglés se han olvidado totalmente de mencionar el tema, y los nombres de Ken Loach o de Cillian Murphy (actor que salto a la fama gracias a 28 días después [28 days later]).
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Cierto es que el hecho de que sea premiada con la plama de oro ayuda mucho a la promoción
yo también hubiera priorizado este aspecto, pero también habría dado mas importancia al director, ya que Ken Loach arrastra a su propio público, igual que otra parte le rechaza
Un saludo
se habrá clausurado este blog? espero que no, es uno de los más interesantes sobre cine que he encontrado...
saludos,
césar
Hola César,
Pues NO, NO hemos clausurado. Lo siento de verdad por tardar tanto en seguir publicando, pero ahora mismo tengo bastante complicado conectarme a Internet aunque estoy en porceso de solucionar la situación
Es normal, se intenta apoyar en claves de exito seguro como poner muchas veces la cara del actor que mas han pagado, para asegurarse por lo menos algo. Es apoyarse en lo seguro . Deberian apoyarse en su producto, que es lo que han estado durante mucho tiempo trabajando
Mas de mi en mi blog de cine de Hoy Cinema:
http://blogs.hoycinema.com/cinemudo
Interesante sobre el papel, pero no demasiado convincente. Así se podría definir perfectamente este último trabajo de Ken Loach.
Podría haber estado bastante bien si fuera la primera vez que nos cuenta esta historia, pero no...es la segunda...por lo menos. ¿Por qué lo digo? Pues porque, en mi opinión, salvando las distancias kilométricas, idiomáticas y nacionales, esta misma historia ya nos la relató en "Tierra y libertad". Posee tantos, pero tantos, puntos en común, que se puede decir que es casi casi igual. Y claro, la sorpresa o capacidad de emoción se ve menguada poderosamente.
No digo que esto que cuente Loach no fuese cierto, al menos buena parte del argumento, pero lo hace de forma tan partidista que a veces parece un panfleto.
Alterna buenas escenas, como la ejecución del amigo chivato o la confrontación verbal del protagonista con uno de los jefes ingleseses que le han capturado, diciéndole y repitiéndole que se vaya de su país, junto a otros pretendidamente emotivas y muy dramáticas, pero que, al fin y la postre, dada la carga sentimental que le da Loach, quedan en poco sugestivas, dejando un poso de amargor en el espectador, que ve poco a poco, pero con claridad, que se pierde la oportunidad de haber profundizado en un conflicto en verdad execrable.
Además, Loach nos vuelve a obsequiar, marca de la casa, con esas peroratas y diatribas, en asambleas, reuniones de partido o ejecutivas, así como lo hizo en "Tierra y Libertad", con los sindicatos, miembros del pueblo, labradores, etc.
Se ve que le gustan y las filma, existiendo alguna buena reflexión, pero es que ya lo repite tanto en sus filmes, que nos parece haberlas oído una y mil veces, con lo que no digo que canse, pero sí que no alcanzan el interés que a él le hubiera gustado.
En fin, que es, en líneas generales, entretenida, pero que también es cierto que no deja apenas poso en el espectador, por muy grande que fuera la Palma de Oro conseguida en Cannes. No digo que no se mereciera el galardón, pues no he visto a sus competidoras en el certamen, pero, para mi gusto, esta película es, sin duda alguna, de las menos conseguidas de Loach. Con esto ya dejo bien claro lo que me parece.
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